jueves, 1 de mayo de 2014

El Contrato Social

¿Qué es el contrato social?
Es una expresión utilizada en filosofía, ciencia política y sociología, para referirse a un acuerdo realizado por voluntad propia entre un grupo de personas en relación a los derechos y deberes del Estado y de sus ciudadanos.

La teoría del contrato social
Los primeros filósofos modernos que definieron teorías del contrato social fueron:
- Thomas Hobbes. Su teoría considera que los hombres, en el estado de naturaleza, cedían sus derechos individuales a un soberano fuerte a cambio de protección. 
- John Locke. Su teoría defiende que cada persona hacía un contrato con los demás para un determinado tipo de gobierno, pero con opciones de modificarlo o abolirlo.
- Jean Jaques Rousseau. Su teoría parte de la situación de los seres humanos en un hipotético estado de naturaleza en el que los individuos no se encuentran en un estado de guerra continuo sino que las principales causas por las que el hombre entra en conflicto están en ciertas formas de vida social.

Jaques Rousseau (1712-1778)
Rousseau fue uno de los pensadores más importantes de la Ilustración. 
Su filosofía fue de tipo fundamentalmente en político y su obra más reconocida fue “El Contrato Social”, publicado en 1762.
Como hemos visto en detalle a lo largo de este tema, a lo largo del desarrollo de la humanidad los hombres llegaron a una situación en la que para afrontar los problemas que se les presentaban tuvieron que organizarse en un Estado. Rousseau propone un Estado en el que el gobierno defienda los intereses de los individuos y propone la teoría de la voluntad general en la que todos los hombres desde su libertad definen un pacto hombres por el cual los ciudadanos  se reconocen como integrantes de la sociedad y renuncian a los intereses privados en beneficio del bien común.

 “El Contrato Social” 
Publicado en 1762, es el libro más reconocido de Rousseau. 
                                                               
Es una obra de filosofía política que trata sobre la libertad e igualdad de los ciudadanos que deciden vivir en sociedad y que para poder convivir necesitan de un Estado de Derecho que asegure las libertades; es decir, un Estado formado a través de un contrato social entre ellos.

Tesis
Rousseau parte de la tesis de que los hombres nacen libres e iguales y supone que en determinado momento ya no pueden permanecer en ese estado de naturaleza y se ven obligados a cambiar su modo de vida para sobrevivir asociándose para formar una comunidad política pactando una autoridad común. Ese pacto, cuyo fin es encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común, la persona y los bienes de cada individuo es el Contrato Social.

Partes del libro
Está formado por cuatro libros, aunque se considera una obra inacabada.
- El primer libro establece la tesis de que los hombres nacen libres e iguales y establece que la familia era el primer modelo de la sociedad política.Distingue tres tipos de libertades: la libertad natural, la libertad civil y la libertad moral.
- El segundo libro trata de la voluntad general; el pueblo tiene la potestad de mandar sobre la nación y el pueblo constituye el único origen posible de un gobierno legítimo que pueda mantenerse en el tiempo.  Distingue tres clases de leyes: políticas, civiles y criminales. 
- El tercer libro describe las diferentes formas de gobierno posibles.Rousseau considera que el gobierno es el ejercicio legítimo del poder ejecutivoestablece cuáles son las características básicas de un buen gobierno y se muestra crítico con la extensión y poderes que puede alcanzar ya que piensa que “cuanto más crece el Estado, más disminuye la libertad”. El poder legislativo siempre pertenece al pueblo.
- El cuarto libro habla de la bondad humana. Los hombres sencillos necesitan pocas leyes.  Defiende la dictadura como forma para prevenir y solucionar las crisis en las repúblicas.

Mis reflexiones
Me parece muy acertada la idea de Rousseau sobre la autoridad legítima que surge del pacto de los ciudadanos y que obliga a los gobernantes a actuar de acuerdo con la voluntad general y defendiendo el bien común. Rousseau defiende que un gobierno en el que sus gobernantes utilicen su posición para intereses privados es un gobierno ilegítimo. 
Esa idea básica sobre los principios que debería de tener todo gobernante en su forma de actuar, y que parece de sentido común, está siendo diariamente puesta en cuestión por algunos de nuestros políticos. Los numerosos casos de corrupción que conocemos a través de los medios de comunicación en los que algunos gobernantes pretenden enriquecerse a costa del resto de los ciudadanos están a la orden del día y son motivo de la poca confianza que generan nuestros políticos. 
Creo que la motivación de todo gobernante debe de ser siempre la dedicación y el esfuerzo para conseguir el bien común de los ciudadanos. Defendiendo sus ideas, pero sin desviarse de esa orientación de servicio público.

domingo, 30 de marzo de 2014

Niños salvajes

Niños salvajes
Los seres humanos somos seres sociales. Si no viviésemos en sociedad no nos desarrollaríamos como seres humanos completos.
Los casos de niños salvajes han sido siempre motivo de numerosos estudios y . Estos casos han estado presentes en la historia de la humanidad ya antes de que Rómulo y Remo fuesen amamantados por una loba. Un niño salvaje o también llamado niño feral es una persona que ha vivido apartada de la sociedad durante un largo período de su infancia de manera que no son conscientes de la conducta social humana ni del idioma. Algunos de ellos han sido criados por animales, sobre todo por lobos, aunque también por osos, monos o gacelas. En muchos de estos casos los han defendido en la naturaleza criándolos y adoptándolos como una parte más del grupo salvaje. Más raro es el caso de niños que han podido sobrevivir solos en la naturaleza.Existen otros casos en los que son otros seres humanos los responsables directos del aislamiento y los niños fueron forzados a permanecer en  jaulas o sótanos.

Victor de Aveyron  
La historia de Victor de Aveyron  es la de uno de esos casos de niños salvajes que se cree que sobrevivieron solos en la naturaleza. Medía aproximadamente 1.35 y aparentaba tener 12 años, había sido visto varias veces durante los dos años y medio anteriores de ser capturado trepando los árboles, corriendo a cuatro pies, bebiendo en los arroyos y buscando bellotas y raíces. Había sido capturado dos veces, pero había escapado. Finalmente el médico pedagogo Jean Marc Gaspard Itard luchó para insertar a Víctor en la sociedad francesa de comienzos del siglo XIX,despertando la sensibilidad de sus sentidos y ampliando sus necesidades y relaciones y así pretendía responder a muchas preguntas acerca de cómo somos realmente los seres humanos; si es cierto que tenemos ideas innatas y si en verdad el hombre es social por naturaleza pero los resultados prácticos fueron nulos sobre Víctor.


Mis reflexiones
Los casos de niños salvajes resultan siempre fascinantes para la opinión pública. Parece imposible que un niño pueda sobrevivir sólo en la naturaleza o conviviendo únicamente con animales y aislado completamente de contacto con otros seres humanos. Pero la capacidad de adaptarse a las circunstancias sobrepasa los límites que podemos imaginar. Lo que sí parece claro, es el que el desarrollo de estos “niños salvajes” difiere mucho de lo que consideramos “hombre social”. El aislamiento en el que vivieron afecta de forma importantísima en su desarrollo físico y en su capacidad de expresarse, comunicarse y razonar de forma que cuando son descubiertos y se les trata de integrar en nuestra sociedad los obstáculos son infinitos.
Estos casos de niños salvajes no hacen más que confirmar que sin una sociedad a la que pertenecer no podemos llegar a desarrollarnos como seres humanos completos.

sábado, 1 de marzo de 2014

No todas las opiniones son respetables

Si nos preguntan si todas las opiniones son respetables parece que la respuesta ha de ser:”sí, claro, todas las opiniones merecen el mismo respeto”.


Pero…¿son todas las opiniones respetables?
Quien defiende que todas las opiniones son respetables suele plantearlo haciendo referencia a la libertad de expresión, a que todo el mundo tiene el derecho a decir lo que piensa y que si no se respeta la opinión de alguien no se le está respetando como persona.
Quien dice todas las opiniones son respetables para que se considere que su opinión tiene el mismo valor que la de otras personas suele no tener argumentos para defenderla.

No todas las opiniones tienen el mismo valor
No puede tener el mismo valor una opinión formada y contrastada, basada en información veraz y experiencia sobre un tema determinado, que una opinión sin argumentación.
Un buen ejemplo es que si todas las opiniones fuesen igual de respetables, cuando nos ponemos enfermos podríamos ir a contarle lo que nos pasa al panadero, al pescadero o a un albañil para que nos dé su opinión sobre lo que nos pasa y qué tratamiento debemos de seguir. Pero no lo hacemos, vamos al médico, porque el médico nos dará su opinión profesional y argumentada.

No todas las opiniones son respetables
El racismo, el machismo o el fascismo, por ejemplo, no son respetables. Y por tanto no es respetable la opinión de que alguien por su género, sexo o raza es inferior y tiene menos derechos que otro.

Mis reflexiones
Ni todas las opiniones tienen el mismo valor, ni todas las opiniones merecen respeto.  
Hay opiniones que valen más que otras y valen más cuanto más argumentadas sean y puedan someterse a prueba. Y por otra parte, las opiniones que van en contra de los valores democráticos y de la tolerancia no merecen respeto.
Yo creo que todas las personas tienen derecho a opinar pero son las personas las que merecen respeto, las opiniones no.

sábado, 18 de enero de 2014

Falacia Ad Populum. "Todo el mundo..."

En el tema de la argumentación tratamos sobre qué son las falacias y sus diferentes tipos. En esta entrada voy a profundizar en la “falacia ad populum” pues me parece que es una de las que más se utiliza hoy en día tanto en la publicidad como por los políticos para convencernos de las cosas, pero también es una de las que utilizamos cada uno de nosotros con mucha frecuencia para convencer a los demás, quizás muchas veces sin darnos cuenta.  ¿Cuántas veces no hemos utilizado frases como "todo el mundo...", "la mayoría de la gente...", "todos mis amigos..." para tratar de convencer a los demás?

¿Qué es una falacia?
Una falacia es un razonamiento incorrecto pero con apariencia de razonamiento correcto. Es una explicación engañosa o errónea (falaz), que pretende ser convincente.

Falacia Ad Populum (en latín significa "dirigido al pueblo")
El argumento ad populum es una falacia lógica que se suele utilizar para validar un argumento sólo por el hecho de que la mayoría de la gente cree que algo es de esa manera; apela a la popularidad como una razón para aceptarlo. Significa que el argumento se dirige a un conjunto de personas de forma que la verdad del argumento se sostiene como si la razón dependiera del número de personas que lo apoyan, pues cuanta más gente más credibilidad tendrá.
Quien usa la falacia ad populum no presenta datos, pruebas y argumentos racionales sino que expone razones que serán aceptadas por el público al despertar sentimientos y emociones.

Estructura de la falacia Ad Populum
Una falacia ad populum tiene la siguiente estructura:
  1. Para la mayoría, A.
  2. Por lo tanto, A.
La falacia ad populum tiene la siguiente forma: "Si muchas personas lo creen así, entonces es así". También se aplica a "si muchas personas lo encuentran aceptable, entonces es aceptable". Su error es creer que la verdad de algo depende del número de personas que la defiendan: a más personas que lo crean, más verdadero es.
Pero el hecho de que una creencia esté ampliamente extendida no la hace correcta o verdadera. La verdad o falsedad de una afirmación no depende del número de personas que creen en ella.

Uso de la falacia Ad Populum
La falacia Ad Populum es una argumentación seductora porque llama a nuestro deseo de pertenecer y adaptarnos a un grupo. Trata de seducir a aquellos que creen que la mayoría siempre tiene la razón. Suele ser más contundente cuando va acompañada de un sondeo o encuesta que respalda la afirmación falaz.
Nuestra inseguridad puede hacernos sentir culpables si nos oponemos a la mayoría. Por ese motivo, es un recurso muy habitual en la publicidad o en la política, pero también en nuestras discusiones cotidianas.

Ejemplos de falacias Ad Populum
Algunos ejemplos de este tipo de falacia que todos reconoceremos escuchar habitualmente son:
-          “(Nombre de un libro) de ser un gran libro. Lleva meses en las listas de best Sellers”
-          “(Nombre de una película) es la mejor película de todos los tiempos. Es la película que más dinero ha recaudado”
-          “Prueba (Nombre de un nuevo producto) ¡Todo el mundo lo utiliza ya! ¿A qué esperas?
-          "Y no es que lo diga yo: lo dice todo el mundo"
-          "La mayoría de la gente opina lo mismo que yo"
-          "Todo el mundo sabe que esto es así"
-          "... esto es lo que la sociedad desea"
-          "la mayoría de los españoles sabe que..."
-          "¿Por qué lo hiciste? Porque lo hacía todo el mundo"

Mis reflexiones
Resulta muy interesante darse cuenta de la capacidad que tenemos los humanos para distorsionar la verdad de las cosas con los argumentos de este tipo de falacias basadas en la idea de la popularidad para intentar convencer a los demás.
Al pensar que “tanta gente no puede estar equivocada” caemos muchas veces en el error de apoyar alguna postura sin antes comprobar su veracidad y fiabilidad.
El hecho de que este tipo de falacias se presenten acompañadas de encuestas para facilitar el convencimiento no me parece correcto porque lo que se consigue es quese generen opiniones y posturas erróneas frente a las distintas realidades de nuestra sociedad. Creo que deben inculcarse ideas que alimenten la sabiduría de los individuos y así evitar la transformación de falacias en verdades absolutas.
Como reflexión final, cuando somos nosotros los que intentamos conseguir algo con el tipo de argumento "todos mis amigos lo hacen...", ¿no habéis recibido alguna vez la sabia respuesta: "y si todos tus amigos se tiran de un puente, ¿tú también?"

sábado, 28 de diciembre de 2013

Pienso, luego existo

En esta entrada voy a indagar en el origen de la famosa sentencia de Descartes “Pienso, luego existo”, que da título a mi blog.

René Descartes
René Descartes (1596, 1650), fue un filósofo, matemático, físico y filósofo francés que perteneció a la corriente filosófica del racionalismo.

Descartes es considerado el padre de la filosofía moderna por su planteamiento y resolución del problema del conocimiento. Trató de aplicar a la filosofía los procedimientos racionales inductivos de la ciencia. Antes de definir su método, la filosofía había estado dominada por el método escolástico, que se basaba en comparar y contrastar las opiniones de autoridades reconocidas. Descartes rechazó ese sistema y dudó de todo hasta establecer razones para creer.
Entre sus obras cabe destacar el Discurso del método y las Meditaciones Metafísicas.

El racionalismo
Dentro de las múltiples soluciones que dan a conocer el origen de nuestro conocimiento y de la creación de la ciencia, existen dos posturas que fueron creadas en el mundo antiguo y moderno: el empirismo y el racionalismo. Por esta última optaría Descartes, que afirma que el conocimiento no procede de los sentidos sino de la razón. Este pensamiento supone una desvalorización del conocimiento sensible, quedando la razón como única fuente de conocimiento
El racionalismo afirmará la intuición intelectual de ideas y principios evidentes, a partir de las cuales comenzará la deducción del saber.

Meditaciones metafísicas
Meditaciones metafísicas, publicada en 1641, es una obra de Descartes en la que elabora su sistema filosófico y plantea la situación en la que se encuentra frente al conocimiento dando respuesta a las objeciones de sus críticos.

La obra consta de seis meditaciones con las cuales Descartes tiene como objetivo mediante razonamientos lógicos demostrar la existencia de Dios y la inmortalidad del alma, así como definir las bases del conocimiento. Busca encontrar “la verdad” de las cosas a través de la razón y para ello considera que hemos de dudar de todas las cosas (duda metódica).
- Meditación primera: Sobre la metafísica. De las cosas que pueden ponerse en duda. Demuestra la existencia de Dios y la distinción del alma y del cuerpo.
- Meditación segunda: Sobre la certeza de la propia existencia y la naturaleza del alma humana.
- Meditación tercera: De Dios, que existe.
- Meditación cuarta: Sobre lo verdadero y lo falso.
- Meditación quinta: Sobre la esencia de las cosas materiales y de nuevo sobre Dios, que existe.
- Meditación sexta: Sobre la existencia de las cosas materiales y sobre la distinción real del alma y del cuerpo.

Pienso, luego existo (en latín Cogito ergo sum)
La segunda meditación contiene el argumento de Descartes sobre la certeza de la propia existencia. La relaciona con el final de la primera meditación, donde se ve obligado a dudar de todo, sin embargo se da cuenta de que para ser engañado ha de existir, por eso la frase “Pienso, luego existo” ha de ser cierta.

 “Me he convencido de que no hay nada en el mundo, ni cielo, ni tierra, ni mente, ni cuerpo. ¿Implica ello que yo tampoco exista? No: si hay algo de lo que esté realmente convencido es de mi propia existencia. Pero hay un engañador de poder y astucia supremos que me está confundiendo deliberada y constantemente. En ese caso, y aunque el engañador me confunda, sin duda, yo también debo existir… la proposición “yo soy”, “yo existo”, es necesariamente cierta para que yo la exprese o algo confunda mi mente”.

Incluso ante la duda de todo, la conciencia implica existencia. Puedo pensar y dudar si el mundo existe o no, pero cuando pienso eso, mi pensamiento existe. Esta meditación la resumió en la sentencia: “Pienso, luego existo”.
Esta frase es uno de los principios fundamentales de la filosofía moderna: mi pensamiento, y por tanto mi propia existencia, es indudable, algo absolutamente cierto y a partir de lo cual puedo establecer nuevas certezas.

Mis reflexiones
La sentencia de Descartes “Pienso, luego existo” (Cogito ergo sum) ha sido siempre una de mis frases favoritas, aunque no conocía su origen. En esta entrada me ha resultado muy interesante indagar en su origen.
Descartes toma una posición desconfiada, ya que no se puede fiar de lo que le fue enseñado, empieza por dudar de todo. Esto lo lleva a preguntarse ¿de qué puede estar seguro? Se responde que puede estar seguro de que se está preguntando de qué puede estar seguro. Por lo tanto, Descartes está seguro de que piensa, y por lo tanto, existe.
Creo que cuando nos hacemos preguntas sobre nuestra existencia y sobre las situaciones que nos ocurren a lo largo de nuestra vida siempre nos surgen dudas y considero que es muy interesante replantearse cosas que nos vienen dadas por verdaderas. Pero, ante todas las dudas que pueden surgir, siempre existe la certeza de que si pensamos, nuestra existencia es indudable, existimos.
Aunque se trata de una frase muy corta y que puede parecer obvia, creo que es un muy buen punto de partida para reflexionar sobre la vida y nuestra existencia.

sábado, 30 de noviembre de 2013

El psicoanálisis como terapia

¿Qué es el Psicoanálisis?
El psicoanálisis es una práctica terapéutica iniciada por el neurólogo austríaco Sigmund Freud alrededor de 1896. Como resultado de esta técnica, se ha desarrollado una teoría psicológica de la conducta y de la mente humana.

                                                            Sigmund Freud

El psicoanálisis es una forma de tratamiento intensivo que se basa en que las personas desconocen los factores que determinan sus emociones y comportamientos ya que son fundamentalmente inconscientes. Para el psicoanálisis el origen del trastorno procede de ansiedades infantiles reprimidas. La tarea del psicoanálisis es traer a la conciencia ese pasado para que pueda ser asimilado adecuadamente.  

El psicoanálisis como terapia
La terapia psicoanalítica se puede aplicar a muchos problemas emocionales y psicológicos como pueden ser ansiedad, soledad, estrés, traumas, depresión, dificultad en relaciones o baja auto-estima entre otros.

¿En qué consiste el método?
La terapia psicoanalítica es un trabajo de dos, el paciente y su analista. Se realizan sesiones de unos cuarenta y cinco minutos, con una frecuencia de tres a cinco veces por semana y puede durar varios años. El paciente suele estar recostado en un diván, y el analista sentado atrás, fuera de la vista del paciente. Se pretende que toda la concentración del paciente se dirija a su mundo interior.


La regla fundamental del método es la asociación libre, que consiste en que el paciente exprese todos sus pensamientos, ideas, emociones, recuerdos o sentimientos, tal y como se le vienen a la mente, sin ninguna restricción, aunque le parezcan incoherentes o que no puedan tener interés. Las conexiones pueden no ser obvias para el paciente pero el terapeuta puede relacionar cómo la experiencia pasada influye en el comportamiento actual. 

¿Es eficaz el psicoanálisis? 
Algunos estudios indican que el. psicoanálisis no ha mostrado resultados de eficacia significativos y en algunos casos está incluso por debajo del efecto placebo (efecto placebo, ver entrada del mes de Octubre). Sin embargo, para muchos psicoanalistas la eficacia del tratamiento no debe medirse en términos estadísticos, sino en términos singulares de cada caso.

Mis reflexiones
Considero que sí que hay experiencias de nuestra infancia que pueden ser causa de algunos problemas en nuestros comportamientos adultos. Creo que la terapia psicoanalítica puede ser útil porque el abrirnos a recordar cosas del pasado puede ayudarnos a enfrentarnos a ellas y solucionar los problemas psicológicos que tengamos. No obstante, creo que para que la terapia sirva tenemos que estar abiertos a querer ser ayudado. En este sentido, me parece  muy relevante el hecho de que algunos estudios digan que la eficacia de la terapia psicoanalítica no es superior a la del efecto placebo. Es decir, que es el poder de la sugestión del paciente lo que hace que éste mejore o no y no que el método sea eficaz.
Por otra parte creo que al ser terapias tan largas quizás haga que el paciente sienta la necesidad de vincularse con el terapeuta y no llegue a ser capaz de enfrentarse nunca sólo a los problemas. Y además, si se crea esa necesidad de acudir a terapia de forma continúa, el gasto del dinero puede ser muy importante.

jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Quién o qué soy yo?


Parece una pregunta fácil de responder pero quizás sea una de las preguntas más profundas y difíciles. Aunque creamos estar muy seguros de qué es lo que queremos en la vida nos cuesta mucho responderla. Esta ha sido una de las preguntas fundamentales de la existencia humana y que ha inquietado a los hombres de todas las épocas. Filósofos, religiosos o psicólogos..., y la mayoría de los seres humanos, se la han hecho y han intentado darle respuesta. Hoy en día sigue siendo una de las grandes preguntas que los seres humanos nos hacemos. Queremos saber quiénes somos, de dónde venimos y cuál es nuestro destino.
Cuando me pregunto ¿Quién soy yo? suelo responderme con la frase de Ortega y Gasset “Yo soy yo y mis circunstancias” a lo que añadiría “y además...soy un alma”.


Lo más probable es que si preguntamos a cualquier persona si sabe quién es, nos dirá que sí. La mayoría seguramente nos responderán diciendo su nombre, “Soy María”, “Soy Pablo”. Otros nos dirán en qué trabajan o a qué se dedican, “Soy médico” “Soy estudiante”. Algunos nos contestarán diciendo sus aficiones o gustos, “Soy una chica a aficionada a la lectura y al deporte” “Soy un hombre al que le gusta viajar”... Pero algo falta en cada una de esas respuestas para poder especificar que cada uno de nosotros somos diferentes al resto.

Tal y como afirmaba Ortega y Gasset creo que una respuesta que todos podemos dar a la pregunta ¿Quién soy yo? es que “Yo soy yo y mis circunstancias”. Cada uno de nosotros estamos fuertemente influenciado por las circunstancias: el lugar y la época en la que nacemos, la familia, el país, los amigos, las enfermedades, los éxitos, los fracasos... y el largo sin fin de acontecimientos que nos van sucediendo durante nuestra vida.
Pero a ese ser humano que soy sumado a mis circunstancias, hay algo más que hace que yo sea diferente de otra persona que pudiese tener un cuerpo y unas circunstancias como las mías. Para mí, esa diferencia es el alma.
Nunca os habéis preguntado ¿qué es lo que hace diferente a unos gemelos idénticos en su primera etapa de la vida? Físicamente son idénticos. Sus circunstancias al nacer son casi idénticas: mismo lugar y fecha de nacimiento, misma familia, misma situación social... ¿qué les diferencia? El alma.



La existencia del alma es una idea que ha estado presente siempre en la filosofía. Platón, Descartes o Kant, entre otros muchos filósofos de la historia, han expuesto sus teorías a cerca del alma. Cada uno de ellos ha argumentado sobre la idea de que el hombre no es un ser como los demás porque poseemos un alma racional, y por ello somos capaces de pensar, de razonar, de hacer planes y de cuestionarnos las cosas.

Así es que así que lo que parece una pregunta tan simple “¿quién soy?” no resulta tan sencilla de contestar. No obstante, cuando nos la hacemos podemos descubrir mucho sobre nuestra existencia y además nos ayuda a profundizar en nuestra vida interior. Cada persona está marcada por las cosas que le han pasado, pero no podemos limitar el hombre solo a sus experiencias, ya que además el hombre también tiene algo dentro de sí, que le hace único y le diferente de los demás, el alma que hace que sea de una determinada manera o que reaccione de una determinada forma a sus circunstancias.