domingo, 28 de septiembre de 2014

El mito de la sirena

Las sirenas son seres cuya mitad superior tiene el aspecto de una hermosa mujer, mientras que, de cintura para abajo, no tienen piernas sino una cola de pez.
Su origen se remonta a la mitología griega, aunque las sirenas también han aparecido en la mitología y el folclore de distintas civilizacionesPrimero aparecen las mujeres-pájaro, luego las mujeres-pez. En la época griega eran representadas como seres alados, con cara humana y cuerpo de ave como lo prueban diferentes vasijas griegas.  
Existen numerosas leyendas sobre el origen de las sirenas. Se dice que la primera mujer-pez conocida fue Atargatis, diosa de la luna, protectora de la fecundidad y el amor. Atargatis se sumergió en el lago Ascalón con su hijo cuando era perseguida por los Mopsos y se salvó gracias a su cola de pez. Existe también la leyenda de la diosa siria Derceto que se arrojo a las aguas del mismo lago, después de matar a uno de sus sacerdotes y abandonar a la hija de ambos en el desierto. Derceto recibió entonces la cola de pez como símbolo de su pecado.

El paso del tiempo ha hecho que la idea de sirena haya ido cambiando. Hoy en día, se imagina a las sirenas como seres mágicosguardianas de las profundidades, que habitan en el mar asomándose a la superficie del agua sentadas en una roca. Se las describe como bellas, delgadas y solitarias pues cuando ven a un humano se esconden en las profundidades del mar.   
Hay leyendas de hombres que han sido rescatados del agua por sirenas así como historias que las describen como personajes malignos y vengativos. También existen historias en las que la sirena se enamora de un humano y entonces abandona el mar para irse a vivir con él.


Pero, ¿son las sirenas tan sólo fantasías o existieron o existen en el mundo real? Aunque se haya especulado con que las sirenas podrían haber formado parte de la cadena de la evolución humana y que existen relatos de avistamientos de supuestas sirenas, no existen evidencias reales de su existencia.
Hace un tiempo vi un documental en el que se investigaba sobre la posible existencia de sirenas, y pese a que era un documental en él aparecían científicos que aportaban posibles pruebas y argumentaban la existencia de estos seres, yo pienso que se trata tan solo de seres mitológicos que por el misterio que entrañan han ido pasando a través de los tiempos a las creencias populares.

jueves, 8 de mayo de 2014

¿Puede existir una sociedad sin Estado?

En muchas ocasiones he oído decir que vivimos en un Estado de derecho, pero nunca me había parado a pensar en el significado del término. Ahora que en este tema hemos profundizado sobre qué es un Estado, por qué muchas sociedades se han ido constituyendo en estados a los largo de la historia y cuáles son los beneficios y también las contrapartidas de esta forma de organizarse, me ha resultado muy interesante darme cuenta de la importancia que el Estado tiene en la vida de los ciudadanos. ¿Podría hoy en día existir una sociedad sin Estado?


Sociedad y Estado
Una sociedad es un conjunto de individuos que comparten una cultura, y que se relacionan interactuando entre sí para formar un grupo o una comunidad. Además se encarga de poner en práctica ciertas bases morales.
El Estado es el conjunto de instituciones que poseen autoridad y potestad para establecer las normas que regulan una sociedad de un determinado territorio. El Estado trata de mantener el control y el orden en la sociedad. El Estado juega el papel de árbitro en la sociedad pero además tiene un papel de corrector para las situaciones anormales que perjudican la pacífica convivencia entre los individuos. Así, el Estado emite y hace cumplir las normas jurídicas que son aceptadas por la sociedad que las considera necesarias y propias. El Estado surge por la necesidad de una convivencia tranquila bajo normas reguladas y controladas por un administrador de justicia.
El Estado de derecho es aquel que se rige por un sistema de leyes e instituciones ordenado en torno de una constitución. Las leyes organizan y fijan los límites de los derechos y las normas jurídicas están aprobadas y son de conocimiento público.

¿Cuándo surge el concepto de Estado?
Uno de los primeros Estados, y por tanto más antiguo, es el egipcio en el que el faraón era reconocido por todos. En Grecia, donde la unidad política era la polis, los griegos podían participar en asuntos públicos por medio de asambleas y la autoridad no se centraba en una sola persona sino en varios jefes. En Roma, el Estado estaba condicionado por las fuertes influencias de distintos grupos. La formación de Roma como ciudad-estado estuvo determinada por la existencia de un Estado anterior llamado el etrusco cuyo origen se desconoce.

¿Por qué surge la necesidad de organizarse en un Estado?
Durante la mayor parte de la historia de la humanidad las personas han vivido en sociedades sin Estado. Algunos estudios indican que la organización de las sociedades en Estados representa menos del 3% de la historia del hombre. Pero a medida que la población fue aumentando los individuos vieron la necesidad de la modificar sus estructuras para poder organizarse y convivir de forma pacífica. Por ese motivo, en la actualidad, la mayor parte de las sociedades viven organizadas bajo la forma de un Estado que regula la vida de los ciudadanos.


Mis reflexiones: ¿puede existir una sociedad sin Estado?
Pienso que todos los seres humanos somos seres sociales y nacemos para vivir en sociedad. Si no viviésemos en sociedad no podríamos desarrollarnos como personas. Ese es el caso de los niños salvajes (entrada sobre los niños salvajes de mi blog) que vivieron su infancia alejados de la sociedad y que cuando en determinados casos se les trató de adaptar e integrar en los hábitos actuales de la vida en sociedad el resultado fue un fracaso.
Por otra parte, creo en la actualidad no sería posible una sociedad sin organizarse bajo la forma de Estado. Somos millones de personas con diferentes culturas, pensamientos, etc. y si cada uno actuase según su voluntad sin unas normas establecidas la convivencia pacífica creo que sería imposible. Considero que la existencia del Estado es una forma consolidada que regula nuestras sociedades y  elabora las normas y las leyes para que los ciudadanos seamos capaces de convivir respetándonos mutuamente y con la libertad suficiente para desarrollarnos como personas y como ciudadanos.

jueves, 1 de mayo de 2014

El Contrato Social

¿Qué es el contrato social?
Es una expresión utilizada en filosofía, ciencia política y sociología, para referirse a un acuerdo realizado por voluntad propia entre un grupo de personas en relación a los derechos y deberes del Estado y de sus ciudadanos.

La teoría del contrato social
Los primeros filósofos modernos que definieron teorías del contrato social fueron:
- Thomas Hobbes. Su teoría considera que los hombres, en el estado de naturaleza, cedían sus derechos individuales a un soberano fuerte a cambio de protección. 
- John Locke. Su teoría defiende que cada persona hacía un contrato con los demás para un determinado tipo de gobierno, pero con opciones de modificarlo o abolirlo.
- Jean Jaques Rousseau. Su teoría parte de la situación de los seres humanos en un hipotético estado de naturaleza en el que los individuos no se encuentran en un estado de guerra continuo sino que las principales causas por las que el hombre entra en conflicto están en ciertas formas de vida social.

Jaques Rousseau (1712-1778)
Rousseau fue uno de los pensadores más importantes de la Ilustración. 
Su filosofía fue de tipo fundamentalmente en político y su obra más reconocida fue “El Contrato Social”, publicado en 1762.
Como hemos visto en detalle a lo largo de este tema, a lo largo del desarrollo de la humanidad los hombres llegaron a una situación en la que para afrontar los problemas que se les presentaban tuvieron que organizarse en un Estado. Rousseau propone un Estado en el que el gobierno defienda los intereses de los individuos y propone la teoría de la voluntad general en la que todos los hombres desde su libertad definen un pacto hombres por el cual los ciudadanos  se reconocen como integrantes de la sociedad y renuncian a los intereses privados en beneficio del bien común.

 “El Contrato Social” 
Publicado en 1762, es el libro más reconocido de Rousseau. 
                                                               
Es una obra de filosofía política que trata sobre la libertad e igualdad de los ciudadanos que deciden vivir en sociedad y que para poder convivir necesitan de un Estado de Derecho que asegure las libertades; es decir, un Estado formado a través de un contrato social entre ellos.

Tesis
Rousseau parte de la tesis de que los hombres nacen libres e iguales y supone que en determinado momento ya no pueden permanecer en ese estado de naturaleza y se ven obligados a cambiar su modo de vida para sobrevivir asociándose para formar una comunidad política pactando una autoridad común. Ese pacto, cuyo fin es encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común, la persona y los bienes de cada individuo es el Contrato Social.

Partes del libro
Está formado por cuatro libros, aunque se considera una obra inacabada.
- El primer libro establece la tesis de que los hombres nacen libres e iguales y establece que la familia era el primer modelo de la sociedad política.Distingue tres tipos de libertades: la libertad natural, la libertad civil y la libertad moral.
- El segundo libro trata de la voluntad general; el pueblo tiene la potestad de mandar sobre la nación y el pueblo constituye el único origen posible de un gobierno legítimo que pueda mantenerse en el tiempo.  Distingue tres clases de leyes: políticas, civiles y criminales. 
- El tercer libro describe las diferentes formas de gobierno posibles.Rousseau considera que el gobierno es el ejercicio legítimo del poder ejecutivoestablece cuáles son las características básicas de un buen gobierno y se muestra crítico con la extensión y poderes que puede alcanzar ya que piensa que “cuanto más crece el Estado, más disminuye la libertad”. El poder legislativo siempre pertenece al pueblo.
- El cuarto libro habla de la bondad humana. Los hombres sencillos necesitan pocas leyes.  Defiende la dictadura como forma para prevenir y solucionar las crisis en las repúblicas.

Mis reflexiones
Me parece muy acertada la idea de Rousseau sobre la autoridad legítima que surge del pacto de los ciudadanos y que obliga a los gobernantes a actuar de acuerdo con la voluntad general y defendiendo el bien común. Rousseau defiende que un gobierno en el que sus gobernantes utilicen su posición para intereses privados es un gobierno ilegítimo. 
Esa idea básica sobre los principios que debería de tener todo gobernante en su forma de actuar, y que parece de sentido común, está siendo diariamente puesta en cuestión por algunos de nuestros políticos. Los numerosos casos de corrupción que conocemos a través de los medios de comunicación en los que algunos gobernantes pretenden enriquecerse a costa del resto de los ciudadanos están a la orden del día y son motivo de la poca confianza que generan nuestros políticos. 
Creo que la motivación de todo gobernante debe de ser siempre la dedicación y el esfuerzo para conseguir el bien común de los ciudadanos. Defendiendo sus ideas, pero sin desviarse de esa orientación de servicio público.

domingo, 30 de marzo de 2014

Niños salvajes

Niños salvajes
Los seres humanos somos seres sociales. Si no viviésemos en sociedad no nos desarrollaríamos como seres humanos completos.
Los casos de niños salvajes han sido siempre motivo de numerosos estudios y . Estos casos han estado presentes en la historia de la humanidad ya antes de que Rómulo y Remo fuesen amamantados por una loba. Un niño salvaje o también llamado niño feral es una persona que ha vivido apartada de la sociedad durante un largo período de su infancia de manera que no son conscientes de la conducta social humana ni del idioma. Algunos de ellos han sido criados por animales, sobre todo por lobos, aunque también por osos, monos o gacelas. En muchos de estos casos los han defendido en la naturaleza criándolos y adoptándolos como una parte más del grupo salvaje. Más raro es el caso de niños que han podido sobrevivir solos en la naturaleza.Existen otros casos en los que son otros seres humanos los responsables directos del aislamiento y los niños fueron forzados a permanecer en  jaulas o sótanos.

Victor de Aveyron  
La historia de Victor de Aveyron  es la de uno de esos casos de niños salvajes que se cree que sobrevivieron solos en la naturaleza. Medía aproximadamente 1.35 y aparentaba tener 12 años, había sido visto varias veces durante los dos años y medio anteriores de ser capturado trepando los árboles, corriendo a cuatro pies, bebiendo en los arroyos y buscando bellotas y raíces. Había sido capturado dos veces, pero había escapado. Finalmente el médico pedagogo Jean Marc Gaspard Itard luchó para insertar a Víctor en la sociedad francesa de comienzos del siglo XIX,despertando la sensibilidad de sus sentidos y ampliando sus necesidades y relaciones y así pretendía responder a muchas preguntas acerca de cómo somos realmente los seres humanos; si es cierto que tenemos ideas innatas y si en verdad el hombre es social por naturaleza pero los resultados prácticos fueron nulos sobre Víctor.


Mis reflexiones
Los casos de niños salvajes resultan siempre fascinantes para la opinión pública. Parece imposible que un niño pueda sobrevivir sólo en la naturaleza o conviviendo únicamente con animales y aislado completamente de contacto con otros seres humanos. Pero la capacidad de adaptarse a las circunstancias sobrepasa los límites que podemos imaginar. Lo que sí parece claro, es el que el desarrollo de estos “niños salvajes” difiere mucho de lo que consideramos “hombre social”. El aislamiento en el que vivieron afecta de forma importantísima en su desarrollo físico y en su capacidad de expresarse, comunicarse y razonar de forma que cuando son descubiertos y se les trata de integrar en nuestra sociedad los obstáculos son infinitos.
Estos casos de niños salvajes no hacen más que confirmar que sin una sociedad a la que pertenecer no podemos llegar a desarrollarnos como seres humanos completos.

sábado, 1 de marzo de 2014

No todas las opiniones son respetables

Si nos preguntan si todas las opiniones son respetables parece que la respuesta ha de ser:”sí, claro, todas las opiniones merecen el mismo respeto”.


Pero…¿son todas las opiniones respetables?
Quien defiende que todas las opiniones son respetables suele plantearlo haciendo referencia a la libertad de expresión, a que todo el mundo tiene el derecho a decir lo que piensa y que si no se respeta la opinión de alguien no se le está respetando como persona.
Quien dice todas las opiniones son respetables para que se considere que su opinión tiene el mismo valor que la de otras personas suele no tener argumentos para defenderla.

No todas las opiniones tienen el mismo valor
No puede tener el mismo valor una opinión formada y contrastada, basada en información veraz y experiencia sobre un tema determinado, que una opinión sin argumentación.
Un buen ejemplo es que si todas las opiniones fuesen igual de respetables, cuando nos ponemos enfermos podríamos ir a contarle lo que nos pasa al panadero, al pescadero o a un albañil para que nos dé su opinión sobre lo que nos pasa y qué tratamiento debemos de seguir. Pero no lo hacemos, vamos al médico, porque el médico nos dará su opinión profesional y argumentada.

No todas las opiniones son respetables
El racismo, el machismo o el fascismo, por ejemplo, no son respetables. Y por tanto no es respetable la opinión de que alguien por su género, sexo o raza es inferior y tiene menos derechos que otro.

Mis reflexiones
Ni todas las opiniones tienen el mismo valor, ni todas las opiniones merecen respeto.  
Hay opiniones que valen más que otras y valen más cuanto más argumentadas sean y puedan someterse a prueba. Y por otra parte, las opiniones que van en contra de los valores democráticos y de la tolerancia no merecen respeto.
Yo creo que todas las personas tienen derecho a opinar pero son las personas las que merecen respeto, las opiniones no.

sábado, 18 de enero de 2014

Falacia Ad Populum. "Todo el mundo..."

En el tema de la argumentación tratamos sobre qué son las falacias y sus diferentes tipos. En esta entrada voy a profundizar en la “falacia ad populum” pues me parece que es una de las que más se utiliza hoy en día tanto en la publicidad como por los políticos para convencernos de las cosas, pero también es una de las que utilizamos cada uno de nosotros con mucha frecuencia para convencer a los demás, quizás muchas veces sin darnos cuenta.  ¿Cuántas veces no hemos utilizado frases como "todo el mundo...", "la mayoría de la gente...", "todos mis amigos..." para tratar de convencer a los demás?

¿Qué es una falacia?
Una falacia es un razonamiento incorrecto pero con apariencia de razonamiento correcto. Es una explicación engañosa o errónea (falaz), que pretende ser convincente.

Falacia Ad Populum (en latín significa "dirigido al pueblo")
El argumento ad populum es una falacia lógica que se suele utilizar para validar un argumento sólo por el hecho de que la mayoría de la gente cree que algo es de esa manera; apela a la popularidad como una razón para aceptarlo. Significa que el argumento se dirige a un conjunto de personas de forma que la verdad del argumento se sostiene como si la razón dependiera del número de personas que lo apoyan, pues cuanta más gente más credibilidad tendrá.
Quien usa la falacia ad populum no presenta datos, pruebas y argumentos racionales sino que expone razones que serán aceptadas por el público al despertar sentimientos y emociones.

Estructura de la falacia Ad Populum
Una falacia ad populum tiene la siguiente estructura:
  1. Para la mayoría, A.
  2. Por lo tanto, A.
La falacia ad populum tiene la siguiente forma: "Si muchas personas lo creen así, entonces es así". También se aplica a "si muchas personas lo encuentran aceptable, entonces es aceptable". Su error es creer que la verdad de algo depende del número de personas que la defiendan: a más personas que lo crean, más verdadero es.
Pero el hecho de que una creencia esté ampliamente extendida no la hace correcta o verdadera. La verdad o falsedad de una afirmación no depende del número de personas que creen en ella.

Uso de la falacia Ad Populum
La falacia Ad Populum es una argumentación seductora porque llama a nuestro deseo de pertenecer y adaptarnos a un grupo. Trata de seducir a aquellos que creen que la mayoría siempre tiene la razón. Suele ser más contundente cuando va acompañada de un sondeo o encuesta que respalda la afirmación falaz.
Nuestra inseguridad puede hacernos sentir culpables si nos oponemos a la mayoría. Por ese motivo, es un recurso muy habitual en la publicidad o en la política, pero también en nuestras discusiones cotidianas.

Ejemplos de falacias Ad Populum
Algunos ejemplos de este tipo de falacia que todos reconoceremos escuchar habitualmente son:
-          “(Nombre de un libro) de ser un gran libro. Lleva meses en las listas de best Sellers”
-          “(Nombre de una película) es la mejor película de todos los tiempos. Es la película que más dinero ha recaudado”
-          “Prueba (Nombre de un nuevo producto) ¡Todo el mundo lo utiliza ya! ¿A qué esperas?
-          "Y no es que lo diga yo: lo dice todo el mundo"
-          "La mayoría de la gente opina lo mismo que yo"
-          "Todo el mundo sabe que esto es así"
-          "... esto es lo que la sociedad desea"
-          "la mayoría de los españoles sabe que..."
-          "¿Por qué lo hiciste? Porque lo hacía todo el mundo"

Mis reflexiones
Resulta muy interesante darse cuenta de la capacidad que tenemos los humanos para distorsionar la verdad de las cosas con los argumentos de este tipo de falacias basadas en la idea de la popularidad para intentar convencer a los demás.
Al pensar que “tanta gente no puede estar equivocada” caemos muchas veces en el error de apoyar alguna postura sin antes comprobar su veracidad y fiabilidad.
El hecho de que este tipo de falacias se presenten acompañadas de encuestas para facilitar el convencimiento no me parece correcto porque lo que se consigue es quese generen opiniones y posturas erróneas frente a las distintas realidades de nuestra sociedad. Creo que deben inculcarse ideas que alimenten la sabiduría de los individuos y así evitar la transformación de falacias en verdades absolutas.
Como reflexión final, cuando somos nosotros los que intentamos conseguir algo con el tipo de argumento "todos mis amigos lo hacen...", ¿no habéis recibido alguna vez la sabia respuesta: "y si todos tus amigos se tiran de un puente, ¿tú también?"

sábado, 28 de diciembre de 2013

Pienso, luego existo

En esta entrada voy a indagar en el origen de la famosa sentencia de Descartes “Pienso, luego existo”, que da título a mi blog.

René Descartes
René Descartes (1596, 1650), fue un filósofo, matemático, físico y filósofo francés que perteneció a la corriente filosófica del racionalismo.

Descartes es considerado el padre de la filosofía moderna por su planteamiento y resolución del problema del conocimiento. Trató de aplicar a la filosofía los procedimientos racionales inductivos de la ciencia. Antes de definir su método, la filosofía había estado dominada por el método escolástico, que se basaba en comparar y contrastar las opiniones de autoridades reconocidas. Descartes rechazó ese sistema y dudó de todo hasta establecer razones para creer.
Entre sus obras cabe destacar el Discurso del método y las Meditaciones Metafísicas.

El racionalismo
Dentro de las múltiples soluciones que dan a conocer el origen de nuestro conocimiento y de la creación de la ciencia, existen dos posturas que fueron creadas en el mundo antiguo y moderno: el empirismo y el racionalismo. Por esta última optaría Descartes, que afirma que el conocimiento no procede de los sentidos sino de la razón. Este pensamiento supone una desvalorización del conocimiento sensible, quedando la razón como única fuente de conocimiento
El racionalismo afirmará la intuición intelectual de ideas y principios evidentes, a partir de las cuales comenzará la deducción del saber.

Meditaciones metafísicas
Meditaciones metafísicas, publicada en 1641, es una obra de Descartes en la que elabora su sistema filosófico y plantea la situación en la que se encuentra frente al conocimiento dando respuesta a las objeciones de sus críticos.

La obra consta de seis meditaciones con las cuales Descartes tiene como objetivo mediante razonamientos lógicos demostrar la existencia de Dios y la inmortalidad del alma, así como definir las bases del conocimiento. Busca encontrar “la verdad” de las cosas a través de la razón y para ello considera que hemos de dudar de todas las cosas (duda metódica).
- Meditación primera: Sobre la metafísica. De las cosas que pueden ponerse en duda. Demuestra la existencia de Dios y la distinción del alma y del cuerpo.
- Meditación segunda: Sobre la certeza de la propia existencia y la naturaleza del alma humana.
- Meditación tercera: De Dios, que existe.
- Meditación cuarta: Sobre lo verdadero y lo falso.
- Meditación quinta: Sobre la esencia de las cosas materiales y de nuevo sobre Dios, que existe.
- Meditación sexta: Sobre la existencia de las cosas materiales y sobre la distinción real del alma y del cuerpo.

Pienso, luego existo (en latín Cogito ergo sum)
La segunda meditación contiene el argumento de Descartes sobre la certeza de la propia existencia. La relaciona con el final de la primera meditación, donde se ve obligado a dudar de todo, sin embargo se da cuenta de que para ser engañado ha de existir, por eso la frase “Pienso, luego existo” ha de ser cierta.

 “Me he convencido de que no hay nada en el mundo, ni cielo, ni tierra, ni mente, ni cuerpo. ¿Implica ello que yo tampoco exista? No: si hay algo de lo que esté realmente convencido es de mi propia existencia. Pero hay un engañador de poder y astucia supremos que me está confundiendo deliberada y constantemente. En ese caso, y aunque el engañador me confunda, sin duda, yo también debo existir… la proposición “yo soy”, “yo existo”, es necesariamente cierta para que yo la exprese o algo confunda mi mente”.

Incluso ante la duda de todo, la conciencia implica existencia. Puedo pensar y dudar si el mundo existe o no, pero cuando pienso eso, mi pensamiento existe. Esta meditación la resumió en la sentencia: “Pienso, luego existo”.
Esta frase es uno de los principios fundamentales de la filosofía moderna: mi pensamiento, y por tanto mi propia existencia, es indudable, algo absolutamente cierto y a partir de lo cual puedo establecer nuevas certezas.

Mis reflexiones
La sentencia de Descartes “Pienso, luego existo” (Cogito ergo sum) ha sido siempre una de mis frases favoritas, aunque no conocía su origen. En esta entrada me ha resultado muy interesante indagar en su origen.
Descartes toma una posición desconfiada, ya que no se puede fiar de lo que le fue enseñado, empieza por dudar de todo. Esto lo lleva a preguntarse ¿de qué puede estar seguro? Se responde que puede estar seguro de que se está preguntando de qué puede estar seguro. Por lo tanto, Descartes está seguro de que piensa, y por lo tanto, existe.
Creo que cuando nos hacemos preguntas sobre nuestra existencia y sobre las situaciones que nos ocurren a lo largo de nuestra vida siempre nos surgen dudas y considero que es muy interesante replantearse cosas que nos vienen dadas por verdaderas. Pero, ante todas las dudas que pueden surgir, siempre existe la certeza de que si pensamos, nuestra existencia es indudable, existimos.
Aunque se trata de una frase muy corta y que puede parecer obvia, creo que es un muy buen punto de partida para reflexionar sobre la vida y nuestra existencia.