En el tema de la argumentación tratamos sobre qué son las falacias y sus diferentes tipos. En esta entrada voy a profundizar en la “falacia ad populum” pues me parece que es una de las que más se utiliza hoy en día tanto en la publicidad como por los políticos para convencernos de las cosas, pero también es una de las que utilizamos cada uno de nosotros con mucha frecuencia para convencer a los demás, quizás muchas veces sin darnos cuenta. ¿Cuántas veces no hemos utilizado frases como "todo el mundo...", "la mayoría de la gente...", "todos mis amigos..." para tratar de convencer a los demás?
¿Qué es una falacia?
Una falacia es un razonamiento incorrecto pero con apariencia de razonamiento correcto. Es una explicación engañosa o errónea (falaz), que pretende ser convincente.
Falacia Ad Populum (en latín significa "dirigido al pueblo")
El argumento ad populum es una falacia lógica que se suele utilizar para validar un argumento sólo por el hecho de que la mayoría de la gente cree que algo es de esa manera; apela a la popularidad como una razón para aceptarlo. Significa que el argumento se dirige a un conjunto de personas de forma que la verdad del argumento se sostiene como si la razón dependiera del número de personas que lo apoyan, pues cuanta más gente más credibilidad tendrá.
Quien usa la falacia ad populum no presenta datos, pruebas y argumentos racionales sino que expone razones que serán aceptadas por el público al despertar sentimientos y emociones.
Quien usa la falacia ad populum no presenta datos, pruebas y argumentos racionales sino que expone razones que serán aceptadas por el público al despertar sentimientos y emociones.
Estructura de la falacia Ad Populum
Una falacia ad populum tiene la siguiente estructura:
- Para la mayoría, A.
- Por lo tanto, A.
La falacia ad populum tiene la siguiente forma: "Si muchas personas lo creen así, entonces es así". También se aplica a "si muchas personas lo encuentran aceptable, entonces es aceptable". Su error es creer que la verdad de algo depende del número de personas que la defiendan: a más personas que lo crean, más verdadero es.
Pero el hecho de que una creencia esté ampliamente extendida no la hace correcta o verdadera. La verdad o falsedad de una afirmación no depende del número de personas que creen en ella.
Uso de la falacia Ad Populum
La falacia Ad Populum es una argumentación seductora porque llama a nuestro deseo de pertenecer y adaptarnos a un grupo. Trata de seducir a aquellos que creen que la mayoría siempre tiene la razón. Suele ser más contundente cuando va acompañada de un sondeo o encuesta que respalda la afirmación falaz.
Nuestra inseguridad puede hacernos sentir culpables si nos oponemos a la mayoría. Por ese motivo, es un recurso muy habitual en la publicidad o en la política, pero también en nuestras discusiones cotidianas.
Ejemplos de falacias Ad Populum
Algunos ejemplos de este tipo de falacia que todos reconoceremos escuchar habitualmente son:
- “(Nombre de un libro) de ser un gran libro. Lleva meses en las listas de best Sellers”
- “(Nombre de una película) es la mejor película de todos los tiempos. Es la película que más dinero ha recaudado”
- “Prueba (Nombre de un nuevo producto) ¡Todo el mundo lo utiliza ya! ¿A qué esperas?
- "Y no es que lo diga yo: lo dice todo el mundo"
- "La mayoría de la gente opina lo mismo que yo"
- "Todo el mundo sabe que esto es así"
- "... esto es lo que la sociedad desea"
- "la mayoría de los españoles sabe que..."
- "¿Por qué lo hiciste? Porque lo hacía todo el mundo"
Mis reflexiones
Resulta muy interesante darse cuenta de la capacidad que tenemos los humanos para distorsionar la verdad de las cosas con los argumentos de este tipo de falacias basadas en la idea de la popularidad para intentar convencer a los demás.
Al pensar que “tanta gente no puede estar equivocada” caemos muchas veces en el error de apoyar alguna postura sin antes comprobar su veracidad y fiabilidad.
El hecho de que este tipo de falacias se presenten acompañadas de encuestas para facilitar el convencimiento no me parece correcto porque lo que se consigue es quese generen opiniones y posturas erróneas frente a las distintas realidades de nuestra sociedad. Creo que deben inculcarse ideas que alimenten la sabiduría de los individuos y así evitar la transformación de falacias en verdades absolutas.
Como reflexión final, cuando somos nosotros los que intentamos conseguir algo con el tipo de argumento "todos mis amigos lo hacen...", ¿no habéis recibido alguna vez la sabia respuesta: "y si todos tus amigos se tiran de un puente, ¿tú también?"